Santiago Centro, Área Comercial y la Red de Iniciativas Empresariales EmRede solicitan a los propietarios de locales comerciales en Compostela que faciliten la negociación de los pagos de alquiler, dada la crisis sin precedentes causada por la pandemia de coronavirus. La flexibilidad para satisfacer estos pagos será clave para que muchas empresas y pequeñas empresas puedan sobrevivir durante el cierre y reabrir una vez que haya pasado la difícil situación económica.
El decreto de estado de alarma firmado por el Gobierno Central el 14 de marzo ha llevado al cierre de todos los establecimientos considerados no esenciales y, como resultado, la mayoría de los comerciantes y hosteleros han dejado de percibir ingresos con los que hacer frente a los alquileres. Muchos de los gerentes de estas pequeñas empresas están negociando actualmente el aplazamiento de estos pagos, ya que enfrentar estos gastos ahora significaría tener que cerrar el establecimiento de forma permanente.
En este sentido, el presidente de Santiago Centro, José Mª Fernández, pide a los propietarios dee locales “flexibilidad y solidaridad”. «Ser generoso ahora puede significar que cuando termine esta crisis podamos reabrir la mayoría de las empresas afectadas por el cierre”. En resumen, es «sumarse al esfuerzo colectivo que está haciendo todo el país, también los comerciantes, para soportar la situación límite que implica pasar varias semanas sin ningún ingreso».
Tanto Santiago Centro como EmRede ya han anunciado que no cobrarán la tarifa mensual a sus asociados hasta que finalice la alerta sanitaria. «Estos gestos pueden marcar la diferencia de que al final de la crisis reabramos casi todos o muchos queden atrás, con todo lo que significa en destrucción de riqueza y empleo», dice.
Eva López, presidenta de EmRede, llama la atención sobre el hecho de que “la mayoría de los locales comerciales de Santiago están arrendados por iniciativas dirigidas por autónomos o propietarios de pequeñas empresas, que mantienen sus cuentas al día forzosamente. El parón de tener que cerrar un establecimiento durante semanas causa un impacto muy difícil de superar y la negociación del pago de estos alquileres tendría un profundo significado para todos”, dice. «Somos muy conscientes de que los propietarios pueden estar experimentando situaciones similares en su propia economía», agrega, «pero si distribuimos el peso entre todos nosotros, será más probable que salgamos juntos de esta crisis».