La crisis económica derivada de la pandemia del coronavirus ha convertido en máxima el conocido refrán que recomienda no poner todos los huevos en el mismo cesto. O, dicho de una manera más académica, aunque el concepto sea el mismo: hay que aprender a diversificar los riesgos.
El desenlace a lo anterior ha sido la aplicación del principio de causalidad. La COVID-19 es la causa, con las restricciones y las limitaciones que han provocado la caída de las ventas. Y el efecto es la aceleración en la digitalización de las empresas para desarrollar nuevos modelos de negocio y oportunidades.
Lo vimos en: https://cincodias.elpais.com/cincodias/2021/02/15/extras/1613407337_644073.html