En los últimos tiempos, con la incertidumbre de la pandemia y las restricciones de acceso a la hostelería, muchos clientes prefieren cenar en casa sin renunciar al sabor de las mejores casas de comidas de la ciudad. La Pepita Burger Bar, el reputado restaurante de la plaza de Galicia, lo pone bien fácil: para llevar o a domicilio, en casa o en la oficina, sus especialidades no descansan.

Disfrutar de ellas es muy sencillo. Basta con acceder a la WEB DE LA PEPITA o a ESTE PORTAL DE ENVÍOS A DOMICILIO y elegir el menú. La Pepita lo preparará y lo entregará a domicilio a la hora convenida. Más aún, las empresas pueden encargar su menú #PepitaWorkers por 11,50€. El restaurante preparará el pedido y lo entregará (el reparto suma 1,99€ a la factura) en cualquier centro de trabajo situado hasta a 10 kilómetros de Santiago. Una forma perfecta de sustituir, en tiempos en los que los comedores de los restaurantes están cerrados, la comida de mediodía de muchos empleados.

La Pepita acaba de incorporarse al Centro Comercial Abierto del Ensanche, y lleva cuatro años ofreciendo excelente producto a compostelanos y visitantes: foccacias, tempuras, fingers o ensaladas comparten carta con el producto estrella de la casa: la hamburguesa premium, con la que, según comenta su gerente, Miguel Álvarez, es “la oferta más amplia del mercado. Tenemos burgers de carnes de ternera 100% rubia gallega, chuleta, buey de El Capricho, seguramente el mejor del mundo, cerdo ibérico, cochinillo o pollo de corral; pescados como el bonito o el salmón; y opciones veganas”.

Una hamburguesa perfecta no tiene grandes secretos, dice con modestia Álvarez. Aunque tampoco es tan sencillo: “Cuanto mejor sea la carne mejor será la hamburguesa”, afirma. Luego, influyen “la temperatura y la parrilla. La carne tiene que quedar casi crujiente por fuera pero jugosa por dentro”. Y el pan, el gran olvidado en muchas ocasiones, que en La Pepita es artesano y elaborado por una de las panaderías más prestigiosas de Galicia, A Santiña. El resto de ingredientes, verduras, hortalizas o frutas, proceden de productores de proximidad.

Ofertas hosteleras excelentes como esta acrecientan el atractivo comercial del Ensanche de Compostela, “un entorno con una oferta muy variada”, afirma Miguel Álvarez. En los últimos tiempos se ha puesto más de manifiesto que nunca la necesidad de un comercio de proximidad y una hostelería cercana para dar vida a las calles: “En momentos tan difíciles como los que estamos viviendo se pone de manifiesto lo entristecido que está el Ensanche por el cierre de los establecimientos. Hostelería, comercio y ocio se complementan y se necesitan. El comercio local aporta un trato personalizado, una oferta especializada, diversidad, calidad y proximidad. Una ciudad sin comercio es una ciudad sin vida. El comercio hace ciudad y da seguridad”, afirma.

Hay cosas que mejorar en el Ensanche, por supuesto. Miguel Álvarez apunta una bien interesante: “Tenemos que priorizar a los peatones en la plaza de Galicia y ampliar sus aceras. Son demasiado estrechas para el tráfico que soportan”.