Un buen olor en un comercio garantiza que los clientes se queden más tiempo, y la tecnología puede colaborar a que eso ocurra y mejorar la experiencia de compra. Esta es una de las máximas del marketing en las que se basa el trabajo de la compañía madrileña The Sensory Lab, que desarrolla tecnología para conseguir esa mejora entre los consumidores cuando van de compras. “Si estoy a gusto, permanezco más tiempo, la probabilidad de compra se incrementa”, asegura Isidro Sánchez-Crespo, CEO de la compañía.